Establezco aquí, en Astorga, el final de la Vía. A partir de mañana vuelvo al Camino Francés, a su masificación y postureo. No me importa porque eso me permite pasar desapercibido con más facilidad, observar, sacar conclusiones y alguna cosas más.
Como en el primer tramo, mayoría extrajera que se encuentra con hospitaleros que no hablan idiomas, y tengo que hacer de traductor en más de una ocasión. No sé si en otros países hablarán español en refugios, hostels o lugares similares.
Buenas noches.
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