Resulta que hoy era viernes y me dí cuenta en el bar en que cargo el móvil a diario y nunca hasta el final.
—Ya una semana ¿eh?
—La primera, sí. A la semana descanso.
(Siete días desmontando, deshaciendo y deshaciéndome al abrir cada caja llena de recuerdos.)
Han aparecido varios pares de calcetines tuyos entre los mios y me consuelo imaginando que es porque me prefirieron a mí. Al final he decidido que voy a dejar que pasen el verano junto a los mios como si nada hubiese pasado.
Ya sé que es una forma de autoengañarme, hoy no he tenido un buen día ¿vale?