Principio primero

Yo no trabajo para promocionarme y, si tal cosa fuera mi propósito, sería éste quien me debería promocionar. Si usted quiere mi trabajo y pretende pagarme con promoción, dígame ante quién, cómo, cuándo, atendiendo a qué necesidades de esa persona, marca o colectivo, dígame cuándo y dónde es la reunión que habrá convocado o con quién debo hablar, comuníquele mi número de teléfono y presuádale para que me llame. Del resto ya me ocupo yo.

Mientras tanto, le digo, yo trabajo a cambio de dinero. Como usted, yo trabajo porque la vida cuesta dinero, para poder comer, para pagar mis facturas y, muy muy de vez en cuando, para darme algún capricho que siempre procuro que sea útil. Trabajo para poder comprar ruedas y continuar viajando y trabajando, para comprar materiales y herramientas, comida sin excesos, para pagar la electricidad y sus exagerados sobrecostes, el agua, sus impuestos lógicos y también los ilógicos. Pago, como muchos, por lo que ya he pagado y vuelvo a tener que pagar, pago por lo que tengo y por lo que no, y pago por lo que no quiero ni necesito.

En definitiva, e independientemente de lo que el resto piense, con mi trabajo pretendo pagarme la vida y, un día, si es que vienen bien dadas, también la muerte, porque hasta a eso le suben el precio.



Resumen de privacidad

Utilizo cookies para ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelvas a mi web o monitorizar la seguridad del sitio web. En ningún caso almaceno datos de los visitantes para cederlos o venderlos a terceros excepto en los supuestos que la ley me obligue.

Puedes consultar más información sobre mis cookies en la página de información legal.