El número 12
El edificio se encuentra al final de una de las calles que llevan al parque, junto a otros edificios de la misma época. Posee una fachada de trazado limpio construída con rectas perpendiculares y módulos cúbicos que sobresalen formando una T en planta y que están pintados en color verde oliva. Posee ventanas de esquina para reforzar la sencillez de las líneas rectas y el caracter modular del inmueble, que goza de una gran iluminación natural y así evita la utilización de patios de luces. Un pequeño patio ajardinado rellena los huecos de la planta y adorna la entrada.