El arte nunca es casto. Debería estar prohibido para los inocentes ignorantes, nunca se les debe permitir el contacto con aquellos que no están suficientemente preparados. Sí, el arte es peligroso. Si el arte es casto, no es arte.
Una obra de arte no tiene importancia para la sociedad, sólo es importante para el individuo.
Internet y las redes sociales nos hacen “mariposear” con la información. Ya casi nadie es capaz de leer un libro hasta el final.
Es imposible argumentar en ciento y pico caracteres.
Cuando el material termina inicia el arte.
El arte empieza donde termina la naturaleza.
El arte no tiene nada que ver con el gusto, no está ahí para ser degustado.
Lo que podría tomarse por un genio precoz, es el genio de la infancia. Cuando el niño crece, desaparece sin dejar rastro. Quizás suceda que ese niño se convierta en un verdadero pintor algún día, o incluso un gran pintor. Pero luego tendrá que comenzar todo de nuevo, desde cero.
A menos que tu trabajo te cause problemas, no sirve.
La función del arte en la sociedad es edificar, reconstruirnos cuando estamos en peligro de derrumbe.
Yo no escribí las reglas, ¿por qué tendría que seguirlas?
El arte es un dedo en el culo de la burguesía.
Si pudiera decirlo con palabras, no iría todos los días cargado con mi cámara.
¿Por qué intentas entender el arte? ¿Acaso intentas entender la canción de un pájaro?